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Es la inflamación o degeneración de una o más articulaciones. Una articulación es la zona donde 2 huesos se encuentran.

  • Los síntomas o signos de advertencia de la artritis más común que se manifiestan en las articulaciones o en la zona que las rodean son cuatro. Si tiene alguno de estos síntomas, y especialmente si persisten durante más de dos semanas o un período más prolongado, es importante que consulte a un médico. Los síntomas son:
    • Dolor.
    • Rigidez.
  • Hinchazón (a veces).
  • Dificultad para mover una articulación.

Existen más de 160 tipos diferentes de artritis. Seguramente has escuchado hablar sobre la osteoporosis, la tendinitis, la esclerosis, la goma, el lupus y el reumatismo, todas estas, aunque no lo creas, son un tipo de artritis. Sin embargo, no forman parte de los más frecuentes. Algo común no es necesariamente conocido, y esto sucede con las siguientes enfermedades:

  • Osteoartritis: es la más común en cuanto a subtipos de artritis. Afecta directamente al cartílago, erosionando y haciéndolo desaparecer casi por completo. Esta falta de tejido produce rigidez en los huesos y dolores muy extremos.
  • Artritis reumatoide: En este caso, es la junta de los huesos la que se inflama y deja de funcionar correctamente, provocando rigidez, hinchazón y dolor en los pacientes, sobre todo en las manos y en los pies. Nada grave que una enfermera a domicilio no pueda controlar.
  • Fibromialgia: Esta enfermedad afecta todos los músculos, los tendones y los tejidos blandos del cuerpo, sobre todo aquellos que se encuentran en el cuello y en la espina dorsal. Al padecer fibromialgia, el dolor se vuelve crónico, generando cansancio constante y dificultad para dormir.
  • Spondyloarthropathies: Afecta toda la espina dorsal, extendiéndose hasta el cuello, los caballetes, los rebordes y los codos.

Disminuir el dolor y la inflamación: El reposo es el primer tratamiento contra la inflamación. De entre las técnicas antiinflamatorias, la que mejor se adapta a estos caso es la termoterapia por conducción (es la aplicación de bolsas calientes y protegiéndose la piel con una toalla).

Las contraindicaciones para aplicar esta técnica son la vasculitis y la insuficiencia venosa. En este último caso se puede optar por la crioterapia.

Preservar la función respiratoria: en estos casos se prescriben ejercicios de ventilación torácica y abdominal, ya que el reposo puede inducir una hipoventilación (baja ventilación) en pacientes que normalmente ya padezca una insuficiencia respiratoria.

Prevenir la rigidez articular, la atrofia muscular, la osteoporosis y las deformidades: se realizan movilizaciones pasivas suaves para mantener la movilidad articular, y ejercicios isométricos para mantener el tono muscular y paliar la osteopenia (carencia o disminución de la masa ósea) secundaria a la inactividad.

Para el tratamiento de la Fibromialgia la Fisioterapia dispone de distintas técnicas y procedimientos dirigidos principalmente a minimizar el dolor, mantener la funcionalidad y mejorar calidad de vida. No hay que olvidar que el abordaje en la Fibromialgia es multidisciplinar, y que el tratamiento fisioterápico será coadyuvante a otros tipos de tratamientos como el farmacológico o el psicoterápico.

Dada la variabilidad en los síntomas y en el estado de salud del enfermo de Fibromialgia, el fisioterapeuta los valorará en cada momento con el fin de determinar cuáles serán los objetivos de tratamiento y las herramientas terapéuticas más oportunas a utilizar en cada caso.

En el tratamiento del enfermo de Fibromialgia siempre se establecerán objetivos a corto y largo plazo. Los objetivos a corto plazo irán relacionados con los síntomas diarios variables (dolor, contracturas, alteraciones posturales, puntos gatillo…), mientras que los objetivos a largo plazo tendrán que ver con la propia enfermedad o con síntomas que evolucionan en periodos más largos (fatiga, sueño no reparador, estado de ánimo…).

Durante una sesión de tratamiento el fisioterapeuta podrá utilizar diferentes técnicas, herramientas o procedimientos, que seleccionará en función de los síntomas que el paciente presente y los objetivos de tratamiento establecidos. Cada paciente es único y por lo tanto los tratamientos son individualizados y adaptados a las necesidades terapéuticas del sujeto. No todos los pacientes reciben el mismo tratamiento aunque tengan una misma enfermedad diagnosticada.

Un aspecto que me gustaría resaltar es que los pacientes no deben crearse expectativas por los resultados que una determinada técnica haya podido producir en otro paciente con su misma enfermedad, en ocasiones, la alta variabilidad en la sintomatología y en los factores intrínsecos de cada sujeto hace que las técnicas no consigan un mismo resultado en unas personas que en otras. En cada caso, será el fisioterapeuta quien determine cuál es el mejor procedimiento. También es probable que las técnicas puedan variar entre sesiones o a lo largo del tratamiento.

Sabemos que el tratamiento de Fisioterapia, al igual que otros tratamientos, es eficaz mientras se aplica, y en ocasiones sus efectos persisten durante un corto periodo de tiempo, pero la Fisioterapia hoy en día no resuelve la enfermedad. Es por ello, que en las enfermedades crónicas se proponen tratamientos continuados o por temporadas.

La periodicidad del tratamiento vendrá determinada por el fisioterapeuta y podrá variar de una a varias sesiones semanales, dependiendo de la intensidad o la severidad de los síntomas.

Como en otro tipo de enfermedades crónicas, la Fisioterapia contempla la posibilidad de realizar tratamientos de forma individual o grupal, habitualmente la combinación de ambos da excelentes resultados.

Ya he mencionado que el fisioterapeuta utilizará diferentes técnicas o herramientas entre ellas probablemente las más habituales sean:

  • La masoterapia (masaje) cuyo principal efecto es activar la circulación y mejorar la nutrición y el funcionamiento muscular, proporcionando además un agradable efecto analgésico.
  • La termoterapia (aplicación de calor en cualquiera de sus múltiples variantes), en forma de infrarrojos, microondas, onda corta, parafangos, hipertermia, y tiene descrito un efecto analgésico, ligeramente antiinflamatorio y relajante.
  • La electroterapia, en forma de corrientes interferenciales, TENS, microondas u onda corta, a las cuales se les describen excelentes efectos analgésicos.
  • La magnetoterapia, en el caso de la fibromialgia busca su efecto analgésico y de activación celular.
  • La cinesiterapia. Bajo este término se engloban todas las movilizaciones, estiramientos, terapia manual, terapia miofascial o ejercicios realizados con el objetivo general de recuperar y/o mantener la movilidad articular y la fuerza muscular. En ocasiones utilizarán algún tipo de instrumento o aparataje.

Además de todas estas técnicas, y teniendo en cuenta que la Fisioterapia en una disciplina en constante desarrollo, es probable que los fisioterapeutas, cada vez más especializados en técnicas muy concretas, puedan incluir en su tratamiento herramientas como la punción seca o el vendaje neuromuscular para aliviar el dolor muscular. Siempre resultará oportuno que el fisioterapeuta dé las explicaciones oportunas del objetivo con el que se emplea una técnica.

La mayoría de las técnicas utilizadas en Fisioterapia, además del efecto local o regional que se les describe, producen un importante efecto propioceptivo a partir de la integración de la información que las propias técnicas generan en las zonas de aplicación. Esta información propioceptiva integrada a nivel del sistema nervioso central es la responsable de los efectos que en ocasiones se registran y que también son utilizados de forma terapéutica.

De forma general las técnicas utilizadas en el tratamiento fisioterápico en la Fibromialgia, no deben ser dolorosas. En casos excepcionales cuando la técnica resulte puntualmente dolorosa el fisioterapeuta explicará porqué debe utilizarla y cuál es el beneficio a conseguir que justifique el empleo de la misma.

Es frecuente que un enfermo de Fibromialgia utilice lugares como los Balnearios en busca de alivio para sus síntomas. Dentro de ellos los fisioterapeutas utilizan distintas técnicas de hidroterapia en forma de chorros baños, duchas, termas, etc y aprovechando las propiedades físico-químico-térmicas del agua actúan sobre el dolor y el alivio de la sintomatología, sobre todo la muscular.

Fisioterapia Para Osteoartritis

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Fisioterapia Para Osteoartritis

Es la inflamación o degeneración de una o más articulaciones. Una articulación es la zona donde 2 huesos se encuentran.

  • Los síntomas o signos de advertencia de la artritis más común que se manifiestan en las articulaciones o en la zona que las rodean son cuatro. Si tiene alguno de estos síntomas, y especialmente si persisten durante más de dos semanas o un período más prolongado, es importante que consulte a un médico. Los síntomas son:
    • Dolor.
    • Rigidez.
  • Hinchazón (a veces).
  • Dificultad para mover una articulación.

Existen más de 160 tipos diferentes de artritis. Seguramente has escuchado hablar sobre la osteoporosis, la tendinitis, la esclerosis, la goma, el lupus y el reumatismo, todas estas, aunque no lo creas, son un tipo de artritis. Sin embargo, no forman parte de los más frecuentes. Algo común no es necesariamente conocido, y esto sucede con las siguientes enfermedades:

  • Osteoartritis: es la más común en cuanto a subtipos de artritis. Afecta directamente al cartílago, erosionando y haciéndolo desaparecer casi por completo. Esta falta de tejido produce rigidez en los huesos y dolores muy extremos.
  • Artritis reumatoide: En este caso, es la junta de los huesos la que se inflama y deja de funcionar correctamente, provocando rigidez, hinchazón y dolor en los pacientes, sobre todo en las manos y en los pies. Nada grave que una enfermera a domicilio no pueda controlar.
  • Fibromialgia: Esta enfermedad afecta todos los músculos, los tendones y los tejidos blandos del cuerpo, sobre todo aquellos que se encuentran en el cuello y en la espina dorsal. Al padecer fibromialgia, el dolor se vuelve crónico, generando cansancio constante y dificultad para dormir.
  • Spondyloarthropathies: Afecta toda la espina dorsal, extendiéndose hasta el cuello, los caballetes, los rebordes y los codos.

Disminuir el dolor y la inflamación: El reposo es el primer tratamiento contra la inflamación. De entre las técnicas antiinflamatorias, la que mejor se adapta a estos caso es la termoterapia por conducción (es la aplicación de bolsas calientes y protegiéndose la piel con una toalla).

Las contraindicaciones para aplicar esta técnica son la vasculitis y la insuficiencia venosa. En este último caso se puede optar por la crioterapia.

Preservar la función respiratoria: en estos casos se prescriben ejercicios de ventilación torácica y abdominal, ya que el reposo puede inducir una hipoventilación (baja ventilación) en pacientes que normalmente ya padezca una insuficiencia respiratoria.

Prevenir la rigidez articular, la atrofia muscular, la osteoporosis y las deformidades: se realizan movilizaciones pasivas suaves para mantener la movilidad articular, y ejercicios isométricos para mantener el tono muscular y paliar la osteopenia (carencia o disminución de la masa ósea) secundaria a la inactividad.

Para el tratamiento de la Fibromialgia la Fisioterapia dispone de distintas técnicas y procedimientos dirigidos principalmente a minimizar el dolor, mantener la funcionalidad y mejorar calidad de vida. No hay que olvidar que el abordaje en la Fibromialgia es multidisciplinar, y que el tratamiento fisioterápico será coadyuvante a otros tipos de tratamientos como el farmacológico o el psicoterápico.

Dada la variabilidad en los síntomas y en el estado de salud del enfermo de Fibromialgia, el fisioterapeuta los valorará en cada momento con el fin de determinar cuáles serán los objetivos de tratamiento y las herramientas terapéuticas más oportunas a utilizar en cada caso.

En el tratamiento del enfermo de Fibromialgia siempre se establecerán objetivos a corto y largo plazo. Los objetivos a corto plazo irán relacionados con los síntomas diarios variables (dolor, contracturas, alteraciones posturales, puntos gatillo…), mientras que los objetivos a largo plazo tendrán que ver con la propia enfermedad o con síntomas que evolucionan en periodos más largos (fatiga, sueño no reparador, estado de ánimo…).

Durante una sesión de tratamiento el fisioterapeuta podrá utilizar diferentes técnicas, herramientas o procedimientos, que seleccionará en función de los síntomas que el paciente presente y los objetivos de tratamiento establecidos. Cada paciente es único y por lo tanto los tratamientos son individualizados y adaptados a las necesidades terapéuticas del sujeto. No todos los pacientes reciben el mismo tratamiento aunque tengan una misma enfermedad diagnosticada.

Un aspecto que me gustaría resaltar es que los pacientes no deben crearse expectativas por los resultados que una determinada técnica haya podido producir en otro paciente con su misma enfermedad, en ocasiones, la alta variabilidad en la sintomatología y en los factores intrínsecos de cada sujeto hace que las técnicas no consigan un mismo resultado en unas personas que en otras. En cada caso, será el fisioterapeuta quien determine cuál es el mejor procedimiento. También es probable que las técnicas puedan variar entre sesiones o a lo largo del tratamiento.

Sabemos que el tratamiento de Fisioterapia, al igual que otros tratamientos, es eficaz mientras se aplica, y en ocasiones sus efectos persisten durante un corto periodo de tiempo, pero la Fisioterapia hoy en día no resuelve la enfermedad. Es por ello, que en las enfermedades crónicas se proponen tratamientos continuados o por temporadas.

La periodicidad del tratamiento vendrá determinada por el fisioterapeuta y podrá variar de una a varias sesiones semanales, dependiendo de la intensidad o la severidad de los síntomas.

Como en otro tipo de enfermedades crónicas, la Fisioterapia contempla la posibilidad de realizar tratamientos de forma individual o grupal, habitualmente la combinación de ambos da excelentes resultados.

Ya he mencionado que el fisioterapeuta utilizará diferentes técnicas o herramientas entre ellas probablemente las más habituales sean:

  • La masoterapia (masaje) cuyo principal efecto es activar la circulación y mejorar la nutrición y el funcionamiento muscular, proporcionando además un agradable efecto analgésico.
  • La termoterapia (aplicación de calor en cualquiera de sus múltiples variantes), en forma de infrarrojos, microondas, onda corta, parafangos, hipertermia, y tiene descrito un efecto analgésico, ligeramente antiinflamatorio y relajante.
  • La electroterapia, en forma de corrientes interferenciales, TENS, microondas u onda corta, a las cuales se les describen excelentes efectos analgésicos.
  • La magnetoterapia, en el caso de la fibromialgia busca su efecto analgésico y de activación celular.
  • La cinesiterapia. Bajo este término se engloban todas las movilizaciones, estiramientos, terapia manual, terapia miofascial o ejercicios realizados con el objetivo general de recuperar y/o mantener la movilidad articular y la fuerza muscular. En ocasiones utilizarán algún tipo de instrumento o aparataje.

Además de todas estas técnicas, y teniendo en cuenta que la Fisioterapia en una disciplina en constante desarrollo, es probable que los fisioterapeutas, cada vez más especializados en técnicas muy concretas, puedan incluir en su tratamiento herramientas como la punción seca o el vendaje neuromuscular para aliviar el dolor muscular. Siempre resultará oportuno que el fisioterapeuta dé las explicaciones oportunas del objetivo con el que se emplea una técnica.

La mayoría de las técnicas utilizadas en Fisioterapia, además del efecto local o regional que se les describe, producen un importante efecto propioceptivo a partir de la integración de la información que las propias técnicas generan en las zonas de aplicación. Esta información propioceptiva integrada a nivel del sistema nervioso central es la responsable de los efectos que en ocasiones se registran y que también son utilizados de forma terapéutica.

De forma general las técnicas utilizadas en el tratamiento fisioterápico en la Fibromialgia, no deben ser dolorosas. En casos excepcionales cuando la técnica resulte puntualmente dolorosa el fisioterapeuta explicará porqué debe utilizarla y cuál es el beneficio a conseguir que justifique el empleo de la misma.

Es frecuente que un enfermo de Fibromialgia utilice lugares como los Balnearios en busca de alivio para sus síntomas. Dentro de ellos los fisioterapeutas utilizan distintas técnicas de hidroterapia en forma de chorros baños, duchas, termas, etc y aprovechando las propiedades físico-químico-térmicas del agua actúan sobre el dolor y el alivio de la sintomatología, sobre todo la muscular.

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