El Alzheimer es una alteración neurodegenerativa primaria que suele aparecer a partir de los 60-65 años Cuando una persona padece la enfermedad de Alzheimer, experimenta cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y una pérdida, progresiva, pero constante, de una sustancia química, vital para el funcionamiento cerebral, llamada acetilcolina. Esta sustancia permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas y está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, memoria y pensamiento.
Los primeros signos de la enfermedad pueden aparecer cuando se olvidan eventos recientes o conversaciones. A medida que la enfermedad avanza, una persona con la enfermedad de Alzheimer desarrollará un deterioro grave de la memoria y perderá la capacidad de realizar tareas cotidianas
Pérdida de la memoria para los hechos y acontecimientos recientes.
Posteriormente y de forma gradual, va presentando dificultad para expresarse, para comprender el lenguaje leído y escrito, se desorienta en el tiempo, en la calle y aun en su propia casa, muestra dificultad para hacer cálculos aritméticos y para manejar dinero, etc.
Estos síntomas interfieren en el correcto funcionamiento de su vida cotidiana y convierten al enfermo en una persona que necesita supervisión y asistencia.
Junto al deterioro intelectual, con frecuencia se desarrollan trastornos del comportamiento que generan aún más sufrimiento y sobrecarga en familiares y cuidadores.
- Estadio Leve: El daño de la enfermedad todavía pasa desapercibido, tanto para el paciente, como para los familiares. El enfermo olvida pequeñas cosas, como dónde ha puesto las llaves, o tiene alguna dificultad para encontrar una palabra. En esta etapa todavía puede trabajar o conducir un coche, aunque es posible que empiece a experimentar falta de espontaneidad, de iniciativa y ciertos rasgos depresivos. La capacidad de juicio se reduce y tiene dificultad para resolver nuevas situaciones y organizar actividades. Pueden aparecer signos de apatía y aislamiento y cambios de humor.
- Estadio Moderado: La enfermedad ya resulta evidente para familia y allegados. El paciente presenta dificultades para efectuar tareas como hacer la compra, seguir un programa de televisión, o planear una cena. Ya no es sólo una pérdida de memoria, sino también de capacidad de razonamiento y comprensión. En esta etapa, el deterioro avanza con bastante rapidez y los afectados pueden llegar a perderse en lugares familiares. Además se muestran visiblemente apáticos y deprimidos.
- Estadio Grave: Todas las áreas relacionadas con la función cognitiva del paciente se encuentran afectadas. Pierde la capacidad para hablar correctamente, o repite frases inconexas una y otra vez. No puede reconocer a sus familiares y amigos; ni siquiera se reconocen a ellos mismos ante un espejo. La desorientación es constante. Los pacientes más graves se olvidan de andar y sentarse y, en general, pierden el control sobre sus funciones orgánicas.
- Ejercicios de flexibilización de columna y tórax, potenciar los músculos, movilidad de manos y articulaciones).
- Ejercicios para evitar caídas/reducir el dolor y mejorar la movilidad.
- Uso te terapias de ultrasonido, electroterapia, uso de bastones y andadores retrasando la silla de ruedas.
- Mejorar y/o mantener la capacidad de deambular lo más independiente y funcional posible (ejercicio físico regular).
- Favorecer la socialización, el beneficio lúdico y la mejora del estado de ánimo.
- Mejorar y/o mantener la movilidad articular y el tono muscular, evitando rigideces y atrofia.
- Prevenir las consecuencias del inmovilismo (cambios posturales y medidas técnicas).
- Mejorar y/o mantener la independencia en las transferencias.
- Mejorar y/o mantener una postura lo más óptima posible.
- Tratamiento del dolor.
- Prevenir caídas y accidentes.
- Prevención de las complicaciones de los sistemas circulatorio y respiratorio
Dolencias
El Alzheimer es una alteración neurodegenerativa primaria que suele aparecer a partir de los 60-65 años Cuando una persona padece la enfermedad de Alzheimer, experimenta cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y una pérdida, progresiva, pero constante, de una sustancia química, vital para el funcionamiento cerebral, llamada acetilcolina. Esta sustancia permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas y está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, memoria y pensamiento.
Los primeros signos de la enfermedad pueden aparecer cuando se olvidan eventos recientes o conversaciones. A medida que la enfermedad avanza, una persona con la enfermedad de Alzheimer desarrollará un deterioro grave de la memoria y perderá la capacidad de realizar tareas cotidianas
Pérdida de la memoria para los hechos y acontecimientos recientes.
Posteriormente y de forma gradual, va presentando dificultad para expresarse, para comprender el lenguaje leído y escrito, se desorienta en el tiempo, en la calle y aun en su propia casa, muestra dificultad para hacer cálculos aritméticos y para manejar dinero, etc.
Estos síntomas interfieren en el correcto funcionamiento de su vida cotidiana y convierten al enfermo en una persona que necesita supervisión y asistencia.
Junto al deterioro intelectual, con frecuencia se desarrollan trastornos del comportamiento que generan aún más sufrimiento y sobrecarga en familiares y cuidadores.
- Estadio Leve: El daño de la enfermedad todavía pasa desapercibido, tanto para el paciente, como para los familiares. El enfermo olvida pequeñas cosas, como dónde ha puesto las llaves, o tiene alguna dificultad para encontrar una palabra. En esta etapa todavía puede trabajar o conducir un coche, aunque es posible que empiece a experimentar falta de espontaneidad, de iniciativa y ciertos rasgos depresivos. La capacidad de juicio se reduce y tiene dificultad para resolver nuevas situaciones y organizar actividades. Pueden aparecer signos de apatía y aislamiento y cambios de humor.
- Estadio Moderado: La enfermedad ya resulta evidente para familia y allegados. El paciente presenta dificultades para efectuar tareas como hacer la compra, seguir un programa de televisión, o planear una cena. Ya no es sólo una pérdida de memoria, sino también de capacidad de razonamiento y comprensión. En esta etapa, el deterioro avanza con bastante rapidez y los afectados pueden llegar a perderse en lugares familiares. Además se muestran visiblemente apáticos y deprimidos.
- Estadio Grave: Todas las áreas relacionadas con la función cognitiva del paciente se encuentran afectadas. Pierde la capacidad para hablar correctamente, o repite frases inconexas una y otra vez. No puede reconocer a sus familiares y amigos; ni siquiera se reconocen a ellos mismos ante un espejo. La desorientación es constante. Los pacientes más graves se olvidan de andar y sentarse y, en general, pierden el control sobre sus funciones orgánicas.
- Ejercicios de flexibilización de columna y tórax, potenciar los músculos, movilidad de manos y articulaciones).
- Ejercicios para evitar caídas/reducir el dolor y mejorar la movilidad.
- Uso te terapias de ultrasonido, electroterapia, uso de bastones y andadores retrasando la silla de ruedas.
- Mejorar y/o mantener la capacidad de deambular lo más independiente y funcional posible (ejercicio físico regular).
- Favorecer la socialización, el beneficio lúdico y la mejora del estado de ánimo.
- Mejorar y/o mantener la movilidad articular y el tono muscular, evitando rigideces y atrofia.
- Prevenir las consecuencias del inmovilismo (cambios posturales y medidas técnicas).
- Mejorar y/o mantener la independencia en las transferencias.
- Mejorar y/o mantener una postura lo más óptima posible.
- Tratamiento del dolor.
- Prevenir caídas y accidentes.
- Prevención de las complicaciones de los sistemas circulatorio y respiratorio