skip to Main Content
991 184 179 consultas@fisioterapiaadultomayor.com

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo normal. Esto conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas.

El hueso es un tejido vivo, en constante renovación. Por un lado se forma hueso nuevo (formación ósea), y, simultáneamente, se destruye hueso envejecido (reabsorción ósea).

En la osteoporosis los huesos se vuelven más porosos, aumentado el número y la amplitud de las celdillas que existen en su interior. Están más delgados y frágiles y resisten peor a los traumatismos, fracturarse con facilidad. Las localizaciones más frecuentes de fracturas son: muñeca, cadera y vértebras.

Las principales causas que conllevan a la osteoporosis son:

  • Disminución en los niveles de estrógeno (con la menopausia en las mujeres) y de testosterona en los hombres.
  • Sedentarismo, falta de actividad física o actividad física deficiente y esporádica.
  • Cáncer de hueso.
  • Hipertiroidismo o hiperparatiroidismo.
  • Niveles altos de corticoesteroides en el organismo

Factores de riesgo

  • Mujeres de raza blanca
  • Alto consumo de alcohol
  • Tabaquismo
  • Peso corporal bajo
  • Antecedentes familiares
  • Menopausia temprana
  • Consumir dieta con poco calcio

Síntomas de la enfermedad

Durante las primeras etapas, la osteoporosis es asintomática. En etapas avanzadas la persona puede sufrir de:

  • Dolor o sensibilidad ósea
  • Fracturas o microfracturas
  • Disminución de estatura
  • Lumbalgia
  • Cifosis
  • Dolor cervical

Los huesos que se fracturan con mayor frecuencia son los de la cadera, la muñeca y la columna vertebral (espina dorsal). A veces, una fractura se puede producir de forma “espontánea”, al hacer un esfuerzo o toser.

Fractura de cadera. Es frecuente que esta fractura sea la primera manifestación de la osteoporosis. Se relaciona con la edad y la suelen sufrir las personas mayores. Es una fractura grave de difícil pronóstico funcional y vital, ya que depende del estado global del paciente, del tipo de fractura y del tiempo de inmovilización. En este tipo de fractura es probable que se necesite una cirugía.

 Fractura vertebral. Las fracturas vertebrales son las complicaciones más frecuentes de la osteoporosis. Estas fracturas son casi siempre espontáneas y suelen aparecer al hacer determinados gestos cotidianos como doblarse, girarse, al darse la vuelta en la cama o con un simple golpe de tos. El dolor de espalda agudo e intenso tras la fractura suele desaparecer, aunque en algunos pacientes puede persistir. La pérdida de altura debida al aplastamiento de la vértebra y la deformidad progresiva, como la cifosis dorsal o el aumento de la contractura muscular, producen dolor de espalda crónico.

Fractura de muñeca. Las fracturas distales de radio (fracturas de Colles) suele darse en mujeres de 45 a 65 años de edad. Se produce tras una caída hacia delante al apoyar la mano. Algunos pacientes presentan un malestar prolongado, con cierto grado de incapacidad. También puede producirse alguna deformidad como resultado de una mala consolidación ósea.

Una vez que ha aparecido la enfermedad, la fisioterapia ‘puede contribuir a la recuperación del tejido óseo. Aunque existen varios tipos de osteoporosis, los más comunes son los derivados de la edad, la postmenopausia y la inmovilización o fractura; y son, por tanto, los que la fisioterapia aborda con mayor frecuencia.

Una de las técnicas más efectivas es la magnetoterapia, útil para el tratamiento de todos los tipos de osteoporosis ya que, además, sus contraindicaciones son mínimas.

Asimismo, el ejercicio terapéutico en los casos en los que el paciente tiene hábitos de inactividad, resulta fundamental para el tratamiento de esta patología.

Fisioterapia Para Osteoporosis

Haga sus consultas

Fisioterapia Para Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo normal. Esto conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas.

El hueso es un tejido vivo, en constante renovación. Por un lado se forma hueso nuevo (formación ósea), y, simultáneamente, se destruye hueso envejecido (reabsorción ósea).

En la osteoporosis los huesos se vuelven más porosos, aumentado el número y la amplitud de las celdillas que existen en su interior. Están más delgados y frágiles y resisten peor a los traumatismos, fracturarse con facilidad. Las localizaciones más frecuentes de fracturas son: muñeca, cadera y vértebras.

Las principales causas que conllevan a la osteoporosis son:

  • Disminución en los niveles de estrógeno (con la menopausia en las mujeres) y de testosterona en los hombres.
  • Sedentarismo, falta de actividad física o actividad física deficiente y esporádica.
  • Cáncer de hueso.
  • Hipertiroidismo o hiperparatiroidismo.
  • Niveles altos de corticoesteroides en el organismo

Factores de riesgo

  • Mujeres de raza blanca
  • Alto consumo de alcohol
  • Tabaquismo
  • Peso corporal bajo
  • Antecedentes familiares
  • Menopausia temprana
  • Consumir dieta con poco calcio

Síntomas de la enfermedad

Durante las primeras etapas, la osteoporosis es asintomática. En etapas avanzadas la persona puede sufrir de:

  • Dolor o sensibilidad ósea
  • Fracturas o microfracturas
  • Disminución de estatura
  • Lumbalgia
  • Cifosis
  • Dolor cervical

Los huesos que se fracturan con mayor frecuencia son los de la cadera, la muñeca y la columna vertebral (espina dorsal). A veces, una fractura se puede producir de forma “espontánea”, al hacer un esfuerzo o toser.

Fractura de cadera. Es frecuente que esta fractura sea la primera manifestación de la osteoporosis. Se relaciona con la edad y la suelen sufrir las personas mayores. Es una fractura grave de difícil pronóstico funcional y vital, ya que depende del estado global del paciente, del tipo de fractura y del tiempo de inmovilización. En este tipo de fractura es probable que se necesite una cirugía.

 Fractura vertebral. Las fracturas vertebrales son las complicaciones más frecuentes de la osteoporosis. Estas fracturas son casi siempre espontáneas y suelen aparecer al hacer determinados gestos cotidianos como doblarse, girarse, al darse la vuelta en la cama o con un simple golpe de tos. El dolor de espalda agudo e intenso tras la fractura suele desaparecer, aunque en algunos pacientes puede persistir. La pérdida de altura debida al aplastamiento de la vértebra y la deformidad progresiva, como la cifosis dorsal o el aumento de la contractura muscular, producen dolor de espalda crónico.

Fractura de muñeca. Las fracturas distales de radio (fracturas de Colles) suele darse en mujeres de 45 a 65 años de edad. Se produce tras una caída hacia delante al apoyar la mano. Algunos pacientes presentan un malestar prolongado, con cierto grado de incapacidad. También puede producirse alguna deformidad como resultado de una mala consolidación ósea.

Una vez que ha aparecido la enfermedad, la fisioterapia ‘puede contribuir a la recuperación del tejido óseo. Aunque existen varios tipos de osteoporosis, los más comunes son los derivados de la edad, la postmenopausia y la inmovilización o fractura; y son, por tanto, los que la fisioterapia aborda con mayor frecuencia.

Una de las técnicas más efectivas es la magnetoterapia, útil para el tratamiento de todos los tipos de osteoporosis ya que, además, sus contraindicaciones son mínimas.

Asimismo, el ejercicio terapéutico en los casos en los que el paciente tiene hábitos de inactividad, resulta fundamental para el tratamiento de esta patología.

Back To Top